Medardo Rosso. Niño enfermo
Cuando visito el Museo Reina Sofía, mis pasos se dirigen a las salas donde se alojan los iniciadores del arte contemporáneo y las primeras vanguardias. Me parece un arte mucho más seductor que el que está de "rabiosa actualidad". Por una parte, la pintura casi ha desaparecido de las manifestaciones artísticas de las últimas décadas, y el modelado ha huido de la expresión escultórica. No es extraño si tenemos en cuenta que los museos no los dirigen artistas, sino teóricos. Es mucho más común encontrar en el patronato de un museo a un doctor en filosofía que a un pintor.
Pero volviendo a lo que aquí me ocupa, es decir, el trabajo de Medardo Rosso, la calidez, la expresividad y la emoción que producen sus obras, contrasta con lo que seleccionan los responsables de exposiciones de arte contemporáneo.
Medardo Rosso. Niña riendo.
El italiano Medardo Rosso (1858 - 1928) se situó entre el impresionismo y el simbolismo. Tras instalarse en París, participó en el debate sobre la relación entre Impresionismo y escultura.
Con la obra Ecce puer de 1906 el interés de Medardo no parece dirigirse a representar una imagen transitoria, como a expresar una idea, una aspiración moral, llegando a una interpretación en clave simbolista.
El Museo Reina Sofia nos ofrece dos obras de Medardo Rosso, de bellísima factura y de un material con el que Medardo se sentía muy cómodo, cera y escayola. Las dos piezas están realizadas con el mismo material, cera sobre escayola.
Existen varias calidades en la cera de modelar, diferenciándose tanto en la dureza, textura como el color. De ahí la diferencia cromática de las dos obras: “niño enfermo” y “niña riendo”.
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