viernes, 9 de septiembre de 2011

¡Oh, este viejo y roto violín! León Felipe

¡Oh, este viejo y roto violín!, paráfrasis de León Felipe. Aguafuerte.


¡Oh, este viejo y roto violín! Fue el último libro que publicó en vida León Felipe. Este aguafuerte lo realicé tras la lectura del  libro. Por  entonces hacía poco tiempo que compré un violín y el título llamó mi atención.
Un poema me pareció especialmente conmovedor, en él  nos muestra su biografía. Se llama "Escuela".
León Felipe ( 1884 – 1968 ) nació en una familia acomodada. Hijo de un notario, se licenció en farmacia, pero su espíritu bohemio le llevó a pasar penalidades. Estuvo en la cárcel por desfalco.
En Santander abandonó una farmacia propia y se enroló en una compañía teatral ambulante. Fue reconocido, denunciado y condenado por las deudas de su negocio. También estuvo en Guinea Ecuatorial, por entonces colonia española.


“Viajé en la bodega de los barcos;
Les oí contar sus aventuras a los marineros
Y su historia de hambre a los miserables emigrantes.
He dormido muchas noches, años, en el África central,
Allá, en el Golfo de Guinea, en la desembocadura del Muni,
Acordando el latido de mi sangre
Con el golpe seco, monótono y tenaz
Del tambor prehistórico africano
De tribus indomables…”


 En el poema nos evoca sus desoladoras experiencias:


“Vi parir a una mujer
Y vi parir a una gata…
Y parió mejor la gata;
Vi morir a un asno
Y vi morir a un capitán…
Y el asno murió mejor que el capitán”


Su vida como indigente:



“He dormido sobre el estiércol de las cuadras,
En los bancos municipales,
He recostado mi cabeza en la soga de los mendigos,
Y me ha dado limosna –Dios se lo pague-
Una prostituta callejera.
Si recordase  su nombre lo dejaría escrito aquí orgullosamente
En este mismo verso endecasílabo.”


Y sus tentativas de suicidio:


“Otra vez,
Desesperado,
Quise escaparme por la puerta maldita y condenada
Y mi ángel de la guardia me tomó de los hombros
Y me dijo severo: no es hora todavía…”


Su poesía me sigue emocionando igual que en la primera lectura. Solo me queda recomendar sus poemas y despedirme con unos versos del libro “ Ganarás la luz”


“Yo no soy nadie.
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
Y una gota de asfalto en la retina.”